Mi aventura

Primero, mencionare que inicialmente estudie la licenciatura en derecho en la universidad autónoma de hidalgo.
Por azares del destino o circunstancias de la vida como yo le llamo, tuve que abandonar la licenciatura para dedicarme a trabajar solamente. Durante algunos años, la situación económica me impidió regresar a continuar la carrera. En este periodo de tiempo y como quizás a muchos de nosotros nos paso y le pasa a los jóvenes hoy en día, mis amigos y yo formamos un grupo de rock and roll, en le cual yo fungía como vocalista del mismo. Recordemos que en esa época de los 80`s no cualquiera tenia la facilidad del Internet como hoy en día y que las canciones en inglés, solo se cantaban con el famoso guachi guachi.
Esta situación me animo para tomar clases de inglés con el fin de saber lo que decían las canciones y pronunciarlas correctamente. Curiosamente, casi un año después de entrar a estudiar inglés, nuestro grupo musical se disolvió. Pero como a mí siempre se me facilito el idioma y me gustaba, continué tomando clases hasta dominarlo. Ya con buenos amigos a lo largo de los años que estuve estudiando idiomas, mi mejor amigo Oscar Solís me anima a tomar un diplomado de enseñanza del idioma inglés, el cual, mas animado por el hecho de continuar aprendiendo sobre el idioma que por tener la intención de dar clases, decidí inscribirme a los exámenes de admisión.
Ya en el diplomado y después de algunos contratiempos, finalmente nos encontrábamos a un mes de finalizar, cuando mi profesor de metodología, el maestro Guillermo Alcalá nos envió al Colegio de Bachilleres; ya que en esta institución solicitaban maestros de inglés, hecho que no me entusiasmo mucho al principio, pero asistí a las entrevistas de trabajo al igual que muchos de mis compañeros, con la idea de poder tomar un grupo o quizás dos para iniciar. Pero para mi sorpresa, ese mismo día después de las entrevistas y un examen, me contrataron asignándome seis grupos para iniciar al día siguiente; situación que desato una serie de emociones que seguramente ustedes también comparten conmigo.
Aun recuerdo ese primer día y el grupo con el que inicie. Era un grupo de dibujo técnico en el cual solo había dos mujeres y os chicos del grupo, algunos bastante altos y casi de mi edad, imponían inclusive temor por su apariencia.
Así fue como me inicie en esta profesión en la cual ya llevo doce años. Cabe mencionar que ese primer grupo a sido el mejor que he tenido a lo largo de estos doce años de practica docente y que muchos de esos alumnos aun me visitan de vez en cuando para saludarme, siendo esta una de las mayores satisfacciones que he obtenido como maestro; el reconocimiento, aprecio y amistad de algunos de nuestros alumnos son invaluables. De no ser por pequeños incidentes que se me han presentado y que curiosamente no es por parte de los alumnos, sino por las autoridades del colegio, tanto en la infraestructura, recursos, trato personal y burocracia a la que muchos de nosotros nos enfrentamos diariamente. Yo diría que no he tenido muchas insatisfacciones.